Son las 3 de la mañana, debería irme a dormir, llevo un par
de días malos y sigo con la ropa puesta. Las 12 horas de trabajo no me hacen
justicia.
Meto la mano en el bolsillo, es momento de sacar un cigarro,
y me doy cuenta de que me quedé sin. Tendré que ir a comprar.
Voy caminando, patético y lento. Cada tanto el viento me
hace frenar porque se cuela en la ropa y me quita un poco de la escasa felicidad
que me queda (muy cerca de la nada).
Siento con dolor los lugares a donde el jean toca la pierna.
Me cago en la vida en general, y en este día en particular.
Estoy sobrio.
Estoy solo.
Estoy cansado.
Hace frio, tengo ganas de tomar vino y mirar las llamas. El
fuego es increíble; el vino también, y le llamo y no me atiende. Cuando hace
calor tampoco me atiende
Después de haber caminado un rato me acuerdo que tengo una
etiqueta de cigarrillos en el bolsillo mediano de la mochila. Parece de esas
bromas que son graciosas solo para los que las hacen.
Siento que el teléfono me tiembla, meto la mano en el
bolsillo, esperando un mensaje que no me resolvería la vida, pero por lo menos
me daría ganas de dormir adentro de mi cuerpo por un día más. NADA. Resulta que
fue una falsa alarma, o una expresión de deseo. NADA.
En tres días me voy a mi casa, mi verdadera casa; un
ambiente controlado en donde uno se puede sentir contenido.
Cuando vuelva va a ser invierno, y voy a estar solo. Voy a
seguir estando solo, pero no soy tan necio como para creer que esto es culpa de
alguna otra persona que no soy yo.
Voy, busco, vuelvo. Saco un cigarro, la puta que esta frio
afuera, me duelen un poco las manos y siento como un pinchazo en la nariz. El
silencio es absoluto, puedo escuchar el arder de las hebras de tabaco y el
viento que me da vueltas, como buitres esperando la muerte de la presa. La
mayor parte de la gente debe estar durmiendo en este momento. Ilusos. Ilusos que
se van a dormir felices, y se levantan, pensando en ellos y sus familias; imponiéndose
la felicidad a cuesta de lo que sea, de mentirse a ellos o al que sea.
Quiero tomar vino.
Tinto.
Y le llamo y no me atiende. Cuando hace calor tampoco me
atiende.