miércoles, 6 de mayo de 2009

Tiempo despues.

Querido amigo, realmente ansio el momento en que nos encontremos. La distancia normalmente nos priva de las cosas que mas nos gustan, y como dice una cancion, "sentirte a mi lado me hara mucho mejor". Sentiremos entonces, cuando nos encontremos, lo tibio de la presencia del otro. En las manos, en la cara, en el pecho y por que no, en el suelo.
Las mentiras duran mucho mas que la violencia, pero valdra la pena, y cada uno cobrara lo que tenga que cobrar al otro. Despues de escupirte la cara, mientras esperas el apreton de manos que no voy a darte, supongo, empezara la bienvenida, con ruidos de huesos, de esos que no deberian moverse. Con gritos e insultos, objetos a los que se les imprime fuerza para llegar al destino pretendido. El otro.
Esa va a ser mi puñalada, yo no ire por las espaldas. Voy a escupirte la cara, justo cuando me estes mirando. No va a haber confuciones, sere yo el que te escupa mientras me ves.
La sangre tarda en enfriarse, es lo mas tibio que tiene uno para dar, y como amigo, voy a reclamar lo mio.
No es rencor, tampoco envidia ni mucho menos avaricia. Es violencia, pero de la que se ve y se recuerda, aunque a la otra dificilmente la olvide. Soy de los que recuerdan.
Con dos ojos morados, presion en el respirar y dolor en el caminar, explicare lo acontecido, es el modo. La violencia libera de esos modos. Quiero golpearte, pretendo que sangres, grites y te suenen los huesos, para que entiendas lo que valen las disculpas a tiempo. Ahora es tarde, plataforma de 10 a 14, horario de llegada 11:15. En los 13 minutos que faltan, ire calentando el cuerpo para la calida bienvenida.