viernes, 27 de septiembre de 2013

Dos huecos

De un hueco en el cerro,
Sale un puñado de mineros
Vestidos de rojo,
Como si el cerro sangrara.
Pero los cerros no sangran.
Si acaso fuera sangre la que saliera,
Sería de los mineros
Que hicieron el hueco,
Y sangraron por eso,
Y sangraron por su familia,
Y sangraron para otros.
Y los otros limpiaron la sangre,
Y vieron el brillo del oro

Y se lo llevaron.

Ahora ya no hay sangre
Y hay una viuda,
Y hay unos huérfanos.

Ya no hay oro.

Y no hay ni minero, ni padre.

Otro hueco más.