Ese día me confundí de bar
Me tomé un cortado en jarrito
Hasta que me avisó
Que ahí no era
Que había esperado al pedo
Que estaba a una cuadra
Y que no iba a venir hasta ahí
Entonces fui
Y pedí una cerveza
Y después de medio vaso
Se despidió cordialmente
Y me quedé a solas
Con una Quilmes transpirada
Con las piernas flacas colgando de las bermudas
Y la sensación de que nunca me confundí de bar
Quizás sí de persona