No tengo ganas de escribir.
No tengo de qué escribir.
Hubo algo que me quitaste,
O que te di por error,
Pero que ya no tengo.
Y los días son insoportablemente largos,
Me cuesta dormir de noche
Y no estoy logrando dejar de fumar.
Son los riesgos de estar vivo;
No planeaba triunfar siempre,
Pero el fracaso perpetuo ya me viene cansando.
Los flequillos son como los pájaros,
De nada sirven en una jaula.
De nada sirven atrapados para estar,
Y por eso no hay ninguno
Que se quede y me cante a la mañana.
Yo me canto mis propias canciones,
Y hasta ahora,
Todas tratan de lo mismo,
Siempre.